16 ciudades seleccionadas en Francia para probar el límite de exposición de 0,6 V/m (0,1 microwatios/cm²) de irradiatión.
Se trata de hacer compatible la radiación de las comunicaciones móviles con la salud humana
En el debate sobre las antenas de telefonía móvil y en general sobre la contaminación electromagnética (irradiación artificial CEM) se está a punto de lograr un consenso mundial gracias a los estudios de científicos independientes. Una decisión importante fue la publicación del informe BioInitiative que recomienda una drástica reducción de los límites de la irradiación artificial de las microondas de alta frecuencia a 0,6 V / m ó 0,1 microwatios/cm ². La aplicación de este umbral máximo de irradiación sobre la población es la principal reivindicación de las organizaciones mundiales y de las asociaciones, ya que así habrá pocos efectos adversos a la mayoría de la gente que no se encuentre enferma. El objetivo final es el saneamiento de esta nueva contaminación estableciendo el límite máximo de 0,1 V / m ó 0,003 microvatios / cm ² de todas las fuentes de irradiación artificial de las microondas.
Recordatorio:
Hasta hoy en Francia la norma aplicable para UMTS / 3G 61 V / m es de 61 voltios / metro o 1.000 microvatios / cm ², según el decreto 2002-775 firmado por Lionel Jospin.
Esta norma se basa en la normativa oficial de 6 minutos de exposición [Uk], no habiendo nada previsto para un período superior lo cual no impide al gobierno imponer de manera ilegal a los ciudadanos a esta norma durante la 24H. Las autoridades de la sanidad no respetan la ley.
Todos los que se excusan de que su responsabilidad está hasta los 61V/m de irradiación, con frecuencias artificiales de microondas de 2169 MHz, mejor que se lo piensen dos veces porque este límite en su aplicación estricta es letal, es decir que claramente así las irradiaciones continuadas no pueden ser toleradas por un ser humano, ya que podría causarle la muerte.
La Asociación "Next-Up" no ha cesado de dar a conocer en Francia y en el extranjero las recomendaciones del informe del consorcio científico BioInitiative [Sp] siendo ésta una de sus principales actividades mientras que la Asociación "Robin de las Alturas" en el marco de "Grenelle des ondes" había propuesto experimentar en la gente irradiaciones con el límite de exposición de 0,6 V / m.
238 ciudades y poblaciones de todo el país se han ofrecido como candidatas a experimentar [PDF ] con los valores más bajos de exposición de microondas de alta frecuencia artificial de comunicaciones para móviles. Esta cifra demuestra una fuerte conciencia de los responsables políticos locales ante los problemas de la salud derivados de la emisión en el medio ambiente urbano de las antenas.
Es muy importante el que se hayan dirigido los alcaldes de Francia al Gobierno para que tenga en cuenta no sólo su desconcierto frente a la legislación actual vigente, sino también la creciente preocupación de la población ante la contaminación del medio ambiente.
El Departamento de Ecología ha publicado una lista de las ciudades seleccionadas por el Comité Operativo (COMOPS) para este experimento de reducir la exposición a campos electromagnéticos en los vecinos próximos a estaciones base de telefonía y de nuevos métodos de consulta. La decepción será grande para la gran mayoría de las ciudades candidatas, ya que sólo 16 de ellos fueron seleccionados para el experimento de reducir la exposición y 11 para el ensayo de nuevos métodos de consulta.
ENLACES:
http://www.next-up.org/Newsoftheworld/GrenelleEtCem.php#1
1 comentario:
Departamento de salud pública de Salzburgo (2002) recomendó no sobrepasar nunca un promedio residencial de 0,0001 microvatios/cm2 o lo que es lo mismo 1 microvatio/m2.
En Nueva Zelanda ya están limitando la radiación electromagnética a 0,001 microvatios/cm2, a ver si razonamos y dejamos de engañar a la población, ese límite de 0,1 microvatios/cm2 es 1000 veces superior a lo que propone el departamento de Salud Pública de Salzburgo.
NO os dejeis engañar, esa potencia de 0,1 microvatios/cm2 es brutal y con el tiempo saldrán las consecuencias.
Lo que deberían proteger nuestros políticos es nuestra salud y no los intereses económicos.
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