Las radiofrecuencias y su influencia en la salud (Futuro Abierto)
25-06-2009
Esta semana el programa analiza las radiofrecuencias y su influencia en la salud con motivo de la celebración del día contra la contaminación electromagnética.
Participan:
Minerva Palomar, portavoz de la Plataforma contra la contaminación electromagnética;
Miguel Ángel Sabadell, astrofísico y divulgador científico y
Miguel Jara, autor del libro 'Conspiraciones tóxicas' (28/06/09).
Noticia original
25-06-2009
Esta semana el programa analiza las radiofrecuencias y su influencia en la salud con motivo de la celebración del día contra la contaminación electromagnética.
Participan:
Minerva Palomar, portavoz de la Plataforma contra la contaminación electromagnética;
Miguel Ángel Sabadell, astrofísico y divulgador científico y
Miguel Jara, autor del libro 'Conspiraciones tóxicas' (28/06/09).
Noticia original
2 comentarios:
Grave el error de Miguel Ángel Sabadell cuando afirma que es más peligroso vivir expuestos a las radiaciones que se escapan por las juntas de la puerta del horno microondas que vivir expuestos a las radiaciones de ondas electromagnéticas que invaden nuestras viviendas con niveles a veces muy superiores a lo que recomienda no sobrepasar el PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN.
Bien, pues el horno microondas hay que encenderlo y cuando está funcionando uno puede alejarse a varios metros de él si quiere o quedarse si quiere. También se puede optar por no encenderlo. Sin embargo, las antenas, algunas muy cercanas a viviendas, escuelas, hospitales etc., emiten a discreción día y noche y nadie excepto los propietarios puede desactivarlas.
La comparación con respecto a los riesgos es impropia de un científico. Está claro que Miguel Ángel Sabadelll desconoce lo que deja escapar el horno microondas y lo que emiten las antenas y la imposibilidad de escapar a su influencia.
Otro error de bulto es decir que las antenas emiten hacia arriba solamente o que debajo de las antenas las personas están protegidas. Estas afirmaciones son falsas y muy peligrosas por la falsa tranquilidad que pretenden dar.
Primero, las antenas transmiten la señal en un radio de 120º hacia adelante. Pero también hacia abajo: los lóbulos centrales de la antena atraviesan varios pisos hacia abajo. En las viviendas debajo de las antenas que yo personalmente he medido, los niveles de radiación proveniente de las antenas a menos de 6 metros que se observaban estaban muy por encima de lo que Comité de Expertos recomendara ya en 2000 no sobrepasar.
El paraguas protector es una milonga de las operadoras para convencer a los vecinos remisos que se niegan por miedo a que coloquen la antena en el tejado de su edificio.
Segundo, los móviles emiten con niveles de radiación que en el mejor de los casos con buena cobertura son similares a los que emite una antena y que en lugares con baja cobertura puede hasta cuadruplicarse. Aunque se puede optar por usarlo poco o nada, incluso no tenerlo, hay que pensar que el radio de acción de su antena abarca hasta 10 m a su alrededor, luego convertimos en usuarios pasivos de móvil a todo el que esté a nuestro alrededor, incluidos niños, embarazadas y ancianos.
Insiste Miguel Ángel en el error de perspectiva cuando dice que hay que asumir el riesgo frente a las ventajas de la tecnología inalámbrica. ¿Está seguro que todos estamos obligados a asumir el riesgo como lo asume él?
Aunque dice que todavía no contamos con estudios concluyentes, acepta que este tipo de radiaciones producen muertes cuando dice que el tabaco causa más muertes que la contaminación electromagnética. Se lo disculpamos, es fácil enredarse cuando el discurso no es el propio. De todas formas que no olvide que la sospecha por leve que sea de un riesgo elevado por el tipo de daños y por el número de personas a las que afecta, implica la aplicación –así lo fundamenta su doctrina- del Principio de Precaución. ¿Por qué cree Miguel Angel que los niños deben asumir también el riesgo de esta tecnología?
Por último el hecho de que diga que la contaminación electromagnética no es un problema sanitario TODAVÍA ¿significa que el está seguro de que en algún momento puede llegar a serlo?
¿Significa que él opina que hay que esperar a que lo sea para actuar? ¿Debemos ir preparando un monumento de mármol para poner los nombres de los caídos ya y los que van a caer por la TECNOLOGÍA INALÁMBRICA?
Asunción Laso Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales
Vale corramos el riesgo, pero en caso de daños, Sabadell responsable, OK?, al fin y al cabo solo sería un riesgo mas y lo que está claro es que si hay daños sobre personas inocentes algún responsable (penal y civil) deberá de haber ¿no?, puede que sea el estado pero no exclusivamente (el estado no tiene responsabilidad penal y aquí hay personas físicas que están tomando decisiones, deciden, pues son responsables), como ocurre con todo en la vida, nos hablan de progreso, pero no de dinero que es el problema de todo esto, esta muy bien que haya gente que piense que se puede correr un riesgo, pero esa es su elección, no la de todos y la sociedad la hacemos entre todos, no hay ningún principio que diga que existe un derecho que permita dañar a otro por no se que progreso, que en la vida se corren riesgos..., puede ser, pero riesgos personales, ¿afrontemos el riesgo?, bien, afrontémoslo, pero afrontemos también la responsabilidad de sus consecuencias, ¿qué luego la culpa es de todos o de nadie o que así es la vida?, mentira, la culpa no es de las víctimas, no es de los que pedimos que se prueben bien las cosas antes de salir al mercado, la culpa no es de los que advierten cuando menos prudencia, ¿qué asumamos los riesgos? bien, si se asume también la responsabilidad de sus consecuencias, ¿hace?.
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